La importancia de la logística en la industria de la salud

La logística desempeña un papel crucial en la industria de la salud, donde la precisión, la rapidez y la seguridad son esenciales. Es el engranaje invisible que la mantiene en movimiento y que se asegura de gestionar eficientemente la cadena de suministro para asegurar la disponibilidad de suministros sanitarios esenciales y la seguridad de todo el proceso.

Cada eslabón de la cadena de suministro es clave para garantizar que los pacientes reciban atención de calidad cuando más lo necesitan. Desde la distribución de medicamentos hasta el transporte de vacunas a temperatura controlada, la logística debe garantizar que los productos lleguen en las condiciones adecuadas y en el momento necesario, sin interrupciones que puedan poner en riesgo la atención sanitaria o retrasos que puedan alterar la seguridad de los medicamentos. Es por ello que la logística sanitaria opera bajo estrictos marcos regulatorios.

Y es que para garantizar la seguridad es indispensable cumplir con estrictas normativas internacionales y adoptar normas de seguridad locales específicas que aseguren la integridad de los productos a lo largo de todas las etapas de la cadena de suministro. Cada etapa debe cumplir con normativas que garanticen la calidad y seguridad, tanto durante su distribución como durante su almacenaje.

Esto exige una gestión logística minuciosa y un conocimiento profundo de las regulaciones del sector. En Europa, el transporte de medicamentos está regido por regulaciones como la Directiva 2001/83/CE y en EE.UU., las normativas de la FDA exigen controles rigurosos durante el transporte para proteger los medicamentos.

Algunas de las principales normativas incluyen: las Buenas Prácticas de Distribución (PIB), el estándar internacional que regula el almacenamiento y transporte de medicamentos que garantiza un manejo adecuado para evitar alteraciones en su composición o eficacia, y/o requisitos de temperatura controlados y/o una alta capacitación del personal involucrado que debe ser capaz de manejar las complejidades específicas de este tipo de carga. Además. algunos medicamentos, como los gases medicinales, están clasificados como mercancías peligrosas y requieren cumplir las normas del ADR.

El transporte de medicamentos es uno de los aspectos más sensibles dentro de la logística sanitaria, ya que debe garantizar que estos productos lleguen a su destino en perfectas condiciones y conservando su eficacia terapéutica. Mantener la integridad de los productos termosensibles, como vacunas, plasma sanguíneo y ciertos medicamentos biológicos, es uno de los mayores retos logísticos del sector.

Una interrupción en la cadena de frío puede causar la degradación de los medicamentos, reduciendo su eficacia o incluso convirtiéndolos en inseguros para su uso. Por ello, para garantizar la seguridad, las empresas logísticas deben de disponer de equipos especializados, vehículos refrigerados, contenedores isotérmicos, sistemas avanzados de monitorización en tiempo real que detecten desviaciones de temperatura y deben realizar un control preciso de los tiempos de tránsito, optimizando rutas para minimizar tiempos.

Otro aspecto esencial al que hay que prestar especial atención en el transporte de medicamentos es el mantenimiento de un control logístico exacto. La trazabilidad es fundamental para garantizar que cada lote sea rastreado en todas las etapas del proceso logístico. De este modo se pueden identificar rápidamente problemas y afrontar con seguridad una situación de necesidad de retirada de algún producto del mercado.

Solamente una gestión eficiente de la cadena de suministro hace posible la sostenibilidad del sistema de salud global. Cada eslabón de esta cadena es vital para proteger la salud de las personas y garantizar la disponibilidad de tratamientos seguros y efectivos. La logística es un motor clave para la industria de la salud y es indispensable para lograr la excelencia en la atención sanitaria.