Tracking, el Sherlock Holmes de la logística. ¿Qué es? ¿Cómo funciona?
October 4, 2024
Imagina poder rastrear tus mercancías en tiempo real, como si tuvieras un detective a tu servicio siguiendo cada uno de sus movimientos. Hace un tiempo esa frase sonaba a ciencia ficción, hoy en día es una realidad. Porque en la actualidad, existen muchos sistemas y herramientas digitales que permiten realizar de forma automatizada ese seguimiento, o tracking, y que se han convertido en un aliado imprescindible para la logística moderna.
Gracias a las nuevas tecnologías, la manera en que se gestionan las cadenas de suministro ha evolucionado y uno de los avances más significativos que ha experimentado es el uso de sistemas de Tracking. Estos sistemas han permitido a las empresas tener un control preciso y en tiempo real sobre sus mercancías, lo que garantiza que las mercancías lleguen a su destino de manera eficiente y segura. Y eso genera grandes beneficios en la optimización de recursos, tiempo y dinero.
Pero, ¿qué es y cómo funciona? Descubramos cómo esta innovadora solución permite el seguimiento detallado de la carga. El Tracking es un sistema de monitoreo y seguimiento que permite a las empresas rastrear el estado y ubicación de sus envíos en tiempo real. Gracias a esta tecnología, se puede obtener información detallada sobre la localización exacta de la mercancía, las condiciones en las que se encuentra, el tiempo estimado de llegada y posibles incidencias que puedan surgir durante el transporte.
Al igual que el famoso detective Sherlock Holmes, el Tracking actúa como un sabueso que sigue cada movimiento de la carga, sin despegarse de ella, proporcionando en todo momento, datos precisos y actualizados que facilitan la toma de decisiones.
El Tracking se basa en el uso de tecnologías como el GPS (Sistema de Posicionamiento Global), sensores IoT (Internet de las Cosas), RFID (Identificación por Radiofrecuencia) y sistemas de comunicación de datos móviles, para obrar su “magia”. Estos elementos trabajan en conjunto para recopilar información en tiempo real sobre la ubicación y estado de la mercancía durante su trayecto.
El GPS se encarga de rastrear la ubicación exacta del vehículo o contenedor que transporta la carga, mientras que los sensores IoT pueden monitorear variables como la temperatura, humedad, vibraciones y otras condiciones que puedan afectar la integridad de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro. Estos sensores envían la información a una plataforma central que recoge y analiza los datos.
La información recopilada por estos sistemas se transmite a través de redes de datos móviles, lo que garantiza que los usuarios tengan acceso a ella desde cualquier lugar y en cualquier momento mediante ordenadores, tablets o smartphones…, lo que facilita el monitoreo constante
Al tener acceso a información actualizada sobre la ubicación, condiciones y posibles incidencias, las empresas pueden reaccionar de forma proactiva y tomar decisiones informadas para minimizar riesgos y evitar retrasos. Esto es especialmente útil en casos de transporte internacional, donde es fundamental conocer en qué etapa del trayecto se encuentra la mercancía y si está cumpliendo con los tiempos establecidos.
Además, facilita la optimización de recursos, ya que permite planificar rutas más eficientes, evitar tiempos de espera innecesarios y reducir el consumo de combustible. Todo esto se traduce en una mejora de la rentabilidad de las operaciones logísticas.